La historia
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Esta historia comienza con un gran artista que se cruzó en mi vida...
Mi padre, Henri Guédon, era un artista de Martinica.
excepcional creatividad y personalidad.
Artista visual inventivo y espontáneo, creador tanto de obras pictóricas como de esculturas o monumentos, sus producciones están todas habitadas por una extraordinaria energía. También un percusionista y compositor impresionante, siempre se ha asegurado de romper los códigos al unir colores afrocaribeños, jazz o clásicos en su música.
A su lado, mi vida ha estado salpicada de encuentros con artistas de todos los ámbitos y he tenido la oportunidad de compartir excepcionales aventuras humanas y profesionales. Me inspiró particularmente el aspecto increíblemente unificador de su arte y su capacidad para transformar la vida cotidiana… Un cuaderno, un cepillo para el cabello, una vieja máquina de escribir se convirtieron, al contacto con él, en un guerrero azteca, un pájaro o una escultura de poesía infinita.
Durante su vida le ofrecí compartir su obra con un mayor número de personas, trasladando sus obras a objetos cotidianos. Una taza, una libreta, una camiseta, una caja luminosa, se convertirían a su vez en los estuches de una o varias creaciones. Pasé varios años buscando los materiales y soportes más adecuados tanto para mostrar su trabajo como para hacerlo accesible a todos. También considero un punto de honor hacer que estos objetos singulares se fabriquen en Francia y promover los cortocircuitos.
Si el punto de partida de este proyecto es la obra de mi padre, pronto evolucionará con otros artistas que admiro y que deseo destacar a través de nuevas propuestas cada vez más originales.
¡Ven a inspirarte! Porque esta historia de arte
y familia, sigue contigo!